miércoles, 26 de noviembre de 2008

Así se conocieron Mediahostia y Superpoco

Este es SuperpocoBuenas tardes, amigos del morbo. Bienvenidos un miércoles más a vuestro programa de cotilleo favorito. Mientras otros ponen el dedo en la llaga, nosotros metemos el dedo en el ojo.

Hoy contamos con la presencia en nuestros estudios con una pareja que, sin duda alguna, hará mucha ilusión a niños, pequeños, menudos, grandotes, abueletes y prejubilados. Ellos son, ni más ni menos, Superpoco y Mediahostia. Un fuerte aplauso para nuestros superhéroes favoritos.

Presentadora (P): ¡Bienvendidos a nuestro humilde programa!

Superpoco (SP): Gracias, gracias… Mediahostia y yo estamos muy contentos de estar aquí y poder contar nuestras intimidades a tanto desconocido que nos admira.

Mediahostia (MH): Bueno, yo en realidad, vengo por la pasta… Es que me he enviciado al juego de la rana y se me va el sueldo… Y el sueldo de superhéroe tampoco es tan alto como la gente se cree…

P: Bueno, bueno, esas cosas no sé si interesan a nuestros telespectadores…

MH: ¿Y qué es lo que interesa a nuestros telespectadores?

SP: Yo te lo diré: nuestros telespectadores quieren carnaza.

MH: Démosles carnaza, pues. Venga, Asun, dispara… Responderemos a todo lo que nos preguntes.

P: Ahí vamos. La principal razón por la que os hemos invitado hoy aquí es para que nos contéis cómo os conocisteis…

SP: ¿Que cómo nos conocimos? ¡Uffff! Eso fue hace mucho tiempo… (musiquilla de flashbacks e imágenes detrás de unas nubes, Superpoco habla en off. Mediahostia de vez en cuando le interrumpe. Asun, la presentadora, de vez en cuando les interrumpe a los dos)

SP: Yo me había librado de unos gangsters gracias a mi ¡SUPERGRITO REPELENTE! Pero estaba atrapado en una palangana llena de cemento armado hasta los dientes. Estaba al lado del río y hacía frío. Y así pasaron los días, y yo desesperando, y tú, tú contestando, quizás quizás quizás…

MH: Superpoco se quedó atrapado en la palangana de cemento varias semanas, hasta que el Athletic de Bilbao visitó el Vicente Calderón y yo, que para entonces ya era consciente de mis poderes, me desplacé con el equipo para disfrutar de una victoria de los leones en el feudo colchonero. A la salida, estaba un poco piripi porque, con el perrito caliente que me tomé para merendar, me había tomado una cerveza caliente, desventada y sin alcohol. Por lo visto, no me sentó muy bien, ya que cuando me separé de la comitiva que regresaba en cívica procesión hacia los autobuses, para hacer mis necesidades by the river… vi allí, solo y desamparado a Superpoco

SP: De desamparado nada, que llevaba conmigo la medallita de la Virgen de los Desamparados que me regaló mi mami y que siempre me acompaña… Yo vi llegar a Mediahostia haciendo eses y con la chorra en la mano y pensé que venía a violarme, así que me concentré, me concentré…

MH: Y no pasó nada. Simplemente, que me acojoné por el color de piel que tomó la cara de Supercoco. Así que…

SP: Así que nada… Le pegué un ¡SUPERGRITO REPELENTE! de los míos y el tío se tiró uno de sus ¡PEDOS INCENDIARIOS! Y allí mismo comenzó una batalla incruenta…

P: Y un poco ridícula, ¿no?

SP (ignora el comentario poco afortunado de Asun): El caso es que nos tiramos allí dos horas, yo soltando supergritos y aquí el colega tirándose pedos incendiarios… Una verdadera lucha de titanes.

MH: Hasta que nos cansamos… Y nos dimos cuenta de que los dos éramos buenos e indestructibles. Supimos que teníamos una misión que cumplir.

SP: Irnos de cañas. Bueno, la misión de aquí Mediahostia, de entrada, fue ir a por una carretilla y llevarme a un bar que yo conocía, donde nos pegamos una cena de tres pares de cojones (con perdón).

MH: Allí se cimentó nuestra amistad, nunca mejor dicho… ¿Lo pilláis? ¿Lo pilláis? ¡Se cimentó! JUAS JUAS JUAS…

SP: Luego salimos volando de allí.

MH: Entonces fue cuando nos dimos cuenta de que podíamos volar… Este estaba graciosísimo volando por Madrid con los pies de cemento esos tan bonitos que tiene.

P: ¿Y respecto a vuestra sexualidad? ¿Qué nos podéis contar?

SP: ¡Oh! Creo que nos tenemos que pirar echando leches… Debe haber por ahí una alarma sonando que percibo con mi superoído. Hasta otra.

MH: Eso. Adiós. Muy buenos los canapés. Felicite a la empresa de catering.

3 comentarios:

Rogezn dijo...

GRANDÍSIMO!!!!

DomK dijo...

Es más, yo incluso diría

GRANDISMO!!!

Pedro dijo...

Chicos, chicos...

Que me voy a ruborizar.

Además, lo mejor está por llegar.