martes, 31 de marzo de 2009

Cultura popular

En el poble de Bellús,
sense fer-li gens de mal,
li tragueren pel parrús
un pollastre de corral
i una roda d'autobús,
per bandido i animal
...

(Gracias Maki)

viernes, 27 de marzo de 2009

SPyMH21: ¿Y ahora qué?

Mariano, el día de su primera comuniónMariano W. Wilkinson, supermalo vocacional a tiempo parcial, contemplaba complacido su obra. Debajo de aquel montón de cascotes yacían los cadáveres de Superpoco, Mediahostia y el Inspector Ximenes... ¡tres pájaros de un tiro!

La verdad es que no están mal estás bombas que venden en las tiendas de los chinos... ¡te sacan de un apuro!, pensaba Mariano mientras mordisqueaba el caliqueño con el que le gustaba celebrar sus triunfos. Ahora los Machancoses me tendrán que ascender por cojones... a ver si me conceden la exclusiva de los titiriteros en los semáforos de Benicalap.

La verdad es que Mariano no compartía los temores de los Machancoses. Según el trío de hermanos que, desde el corazón de Benimaclet controlaba el hampa de buena parte de la costa levantina, los superhéroes de peluche y el Inspector Ximenes eran las únicas amenazas que podían hacer peligrar la amenaza que ellos mismos constituían de destrucción del mundo. Igual se puede redactar esta última frase un poco mejor, pero no tengo ganas...

O sea, que ahora los planes de destrucción del mundo, según los Machanchoses, ya tenían vía libre.

Mariano se pidió un pepito de ternera y un botellín de Mahou (no tenían, le pusieron San Miguel) en el bar de la estación de Burgos y un rato después dormitaba, cayéndole la babilla, sentado en el Tren Borreguero Burgos-Calamocha-Masarrochos (muy incómodo por cierto).

El mundo seguía rodando, ignorante por completo de la que se le venía encima... pero yo, consciente de todo lo que ha pasado, como narrador omniscente que presumo de ser (vamos, que lo veo todo por un agujerico)... me pregunto alarmado: ¿Y ahora qué?

jueves, 26 de marzo de 2009

miércoles, 25 de marzo de 2009

La realidad para lelos

Mr. Fields was swimming and keeping his clothes.

But then, suddenly, someone asked him:
- Don't you swim anything?
- Oh, I didn't bring any suit.

That's why Mr. Fields hired a tailor.

martes, 24 de marzo de 2009

lunes, 16 de marzo de 2009

Propuesta

Si se crearan unos premios para el cine erótico español, se podrían llamar los Premios Poya.

(Gracias Ramírez)

viernes, 13 de marzo de 2009

SPyMH20: ¡Booooooooomba!

El despertador del Inspector Ximenes tenía como sonido una vieja y mala canción de King África (no confundir con el promotor de todos los combates de boxeo celebrados durante los últimos cincuenta años), de modo que el inicio del día tenía que ser forzosamente traumático.

Luego las cosas no mejoraban. El pensamiento que más veces acudía a la mente del avejentado investigador era "¿Qué cojones estoy haciendo aquí?"

Bien es cierto que Superpoco y Mediahostia no parecían tener demasiado claro ni el programa de enseñanza ni los métodos didácticos que iban a utilizar en su nueva Escuela para Superhéroes Superpoco y Mediahostia, de la que el Inspector Ximenes era el único alumno matriculado (y con beca).

De modo que el Inspector Ximenes, a falta de algo mejor que hacer, se pasaba el día enganchado a Internet repasando, sobre todo, una página que había encontrado buscando su propio nombre en Google. En esta página aparecían narradas con cierto sesgo, mas no sin cierta gracia, algunas de las aventuras más gloriosas que había protagonizado él mismo, la lectura de las cuales le regocijaba en su fuero interno.

Pero un día, descubrió a Superpoco y Mediahostia discutiendo acerca de unos visillos verdes. Ximenes, más sagaz que un Gamyi, supo que ahí había caso y esperó y esperó y así se enteró de los planes de los temibles hermanos Machancoses.

- ¡Un momento! ¡Yo conozco a los Machancoses! -irrumpió e interrumpió Ximenes.
- Huy, me parece que le vamos a tener que incluir una asignatura de Educación para la Ciudadanía a este cenutrio (Nota del autor.- Página estrella de Ínfulas). ¿Es esa forma de entrar en un despacho? Salga usted, Ximenes, llame a la puerta, pida permiso para entrar y si se le concediere, pasará usted, retirándose a sus labores en caso contrario -reconvino Mediahostia con un lenguaje decimonónico que no le era propio cuando sólo era un butanero.

Minutos después, y pese a las múltiples interrupciones y correcciones sintácticas y morfológicas de Mediahostia, Ximenes había conseguido explicar lo que sabía de los Machancoses.

- No hay tiempo que perder. Tenemos que trazar un plan para anular la Amenaza Machancoses- tomó la iniciativa Superpoco, que hasta ese momento había permanecido extrañamente callado.

En ese momento, sin venir a qué, todos los allí presentes se pusieron a reflexionar. Superpoco se rascaba la perilla. Mediahostia acariciaba su pico. Ximenes se llevaba el dedo al ala del sombrero.

- ¿Qué hora es? -preguntó Mediahostia.
- No sé. No tenemos reloj.
- ¿Y ese tic tac?

En ese momento, una horrible y estruendosa explosión convirtió en una montaña de escombros lo que en otros tiempos había sido la Pensión Angelita, luego la Escuela para Superhéroes ChurreríaCanutoSusChurrosEnUnMinuto y, finalmente, y con una brevedad dolorosa, la Escuela para Superhéroes Superpoco y Mediahostia.

(¿continuará?)

miércoles, 11 de marzo de 2009

Manga verde

Se me ha ocurrido una idea sobre una serie japonesa de dibujos animados de estas que los personajes tienen unos ojos más grandes que yo, que vaya sobre unos guardias civiles que siempre llegan tarde...

Pero no se me ocurre un buen título.

martes, 10 de marzo de 2009

Aún otro método chungo para ligar más

(Que te advertimos que no funciona, que no va a servir de nada, pero, bueno, si tú, bajo tu propia responsabilidad, lo pones en práctica, ya sabes, que igual tienes éxito o igual no... pero por lo menos... por lo menos... bueno, tú prueba a ver si suena la flauta...)

Todas las tías son románticas.

(Eso es así. No trates de entenderlo ni de discutirlo. Eso es así. Y punto pelota.)

Un buen método para ligar es llevar siempre encima un cargamento de cajas de bombones con forma de corazón (la caja, los bombones o ambas cosas, da igual).

Seguro que se derriten (las tías o los bombones, pero con mayores posibilidades los bombones).

lunes, 9 de marzo de 2009

Reflexión a bote pronto #186

Dada la moda, usos y costumbres de la juventud de hoy en día, quizás habría que reconsiderar seguir llamando a ciertas prendas "ropa interior".

viernes, 6 de marzo de 2009

SPyMH19: ¡Patatas traigo!

Superpoco y Mediahostia estaban preocupados:
- Ya hace un par de meses que hemos abierto la escuela y todavía no tenemos ni un solo alumno -exponía Superpoco con el ceño fruncido.
- Los visillos verdes quedan taaaaaaaaaan bien -seguía Mediahostia a su puta bola.
- Yo creo que deberíamos poner un cartel de ¡MATRÍCULA ABIERTA! o algo así.
- ¿Decías algo?
- ¡Patatas traigo!




Let me introduce me, soy el detective Andwhat XimenesEl Inspector Ximenes se había gastado todos sus ahorros en barrachats. Estaba acabado. Desde que Sento el Gros había abandonado la investigación de expresiones (para dedicarse al mucho más rentable negocio de montar timbas clandestinas de cinquillo para las abuelas del Cabanyal), él sólo había conseguido algún qué otro trabajillo investigando el origen de alguna onomatopeya o algo así. ¡Onomatopeyas! Había caído lo más bajo que podía caer. A las alcantarillas del detectivismo expresional.

Un día, sin saber por qué, despertó con una resaca gigantesca en la estación de trenes de Sagunto. Y decidió empezar de nuevo, decidió ir a dónde había sido feliz. Y recordó que una vez se comió una rosca en Burgos, en la Pensión Angelita. Y como resulta que en ese mismo instante paraba en el andén el Tren Articulado Lento del Copón Sagunto-Burgos, en él que se subió.

El viaje (de 48 horas) fue un infierno. No sólo por lo incómodas butacas de listones de madera, sino también por lo cansino que se ponía el revisor con no sé qué de que había que pagar el billete.

Al llegar a Burgos, guióse Ximenes por el instinto y sus pies cansados, doloridos y malolientes le encaminaron a la antigua Pensión Angelita, hoy transformada en la Escuela de Superhéroes Superpoco y Mediahostia. Decepcionado, sin embargo, entró Ximenes y se encontró con una pareja de lo más peripatética: un peluche con los pies en cemento y un pingüino que leía alborozado el diario deportivo pues su equipo se había clasificado para la final de no sé qué copichuela.

- Perdón, yo...
- ¡BIENVENIDO! - espetó Superpoco.
- ¿Quieres ser superhéroe? ¡Has venido al lugar indicado! - contribuyó Mediahostia.
- Bueno, yo...
- Mira en tu interior y seguro que encuentras potencial.
- Bueno, sí, la verdad... Creo que soy capaz, tenaz y perspicaz.
- ¿Y torcaz?
- ¡Quizaz!
- Pues enhorabuena: ya estás matriculado.

(Tantas ganas tenían de tener un alumno que ni siquiera le pidieron dinero al pobre Ximenes)


(Ximenes, aclaro para los menos veteranos lectores, es un clásico de esta casa. Recomiendo muy encarecidamente la lectura de sus casos de investigación de expresiones y la serie Patatas Traigo, que igual continúa un día de estos).

jueves, 5 de marzo de 2009

Grandes emprendedores que se liliputizaron

Otisberto Vontisen tenía una trauma con los ascensores: cada vez que viajaba en uno, al abrise la puerta cuando llegaba al destino, si alguien estaba esperando, se pegaba un susto de tres pares de cojones (media docena de huevos). Lo mismo le ocurría si era él quien estaba esperando al ascensor y al abrir la puerta para acceder a él, se encontraba a alguien que trataba de salir.

Por mucho que se mentalizara y se preparara y se concentrara, siempre, SIEMPRE le ocurría.

Así que se devanó los sesos durante mucho tiempo hasta que dio con una solución tecnológica realmente ingeniosa. Se trataba de un dispositivo que detectaba la presencia de carga dentro del ascensor y avisaba al que estaba esperando de que iba a salir alguien cuando se abrieran las puertas con un sonoro: ¡CUIDADO! Del mismo modo, ese dispositivo constaba de un mecanismo adicional que detectaba que había alguien esperando en el exterior y avisaba al que viajaba dentro del ascensor con otro grito de ¡CUIDADO!

Lo malo es que las prisas, que nunca son buenas consejeras, hicieron que Otisberto patentase el invento antes de perfeccionarlo. Lo que provocó que no le diese tiempo a incorporar un controlador de volumen de la señal de aviso.

El dispositivo dejó de comercializarse después de que se produjeran cuatro infartos de miocardio en los cinco primeros ascensores en que se instaló.

Desde entonces, y hasta el final de sus días, Otisberto adquirió la saludable costumbre de utilizar las escaleras.

martes, 3 de marzo de 2009

lunes, 2 de marzo de 2009

Estadísticas tontorronísimas

Casi la mitad de los dentistas que recomiendan un chicle sin azúcar, sumados a los banqueros que recomiendan una hipoteca al tipo fijo, menos la cuarta parte de los camareros que recomiendan una cerveza sin alcohol, equivalen a la quinta parte de blogueros que publican a diario sin tener nada que decir (como Tartamundos Trotamudo, por ejemplo).

Consecuencias de una crisis mal digerida.