Sentado al sol recordaba, mientras los últimos rayos menguaban en el horizonte, el momento exacto en que la expresión "a punta pala" fue sustituida por "mogollón". Reflexionó sobre la diferente base poética de ambas expresiones. "A punta pala" tenía reminiscencias a aquellos tiempos en los que la abundancia podía venir dada a través del buen uso de las herramientas, del esfuerzo individual o colectivo, de la fuerza de voluntad. A cambio, "mogollón" sonaba a canción de los Inhumanos, a sudor revenido y grasiento, a copiosidad obtenida por un golpe de suerte. Definitivamente, estaba convencido de presenciar desde su silla de mimbre en la puerta del patio de su casa el crepúsculo, un crepúsculo.
Ínfulas
Since 2006 delivering nonsense on a daily basis
martes, 21 de marzo de 2023
Sentado al sol #5
viernes, 10 de marzo de 2023
Aforismo geológico
viernes, 3 de marzo de 2023
martes, 31 de enero de 2023
El idiota, la luna, el dedo, el sabio
Hay un proverbio oriental (esto es un pleonasmo, todos los proverbios son orientales) que dice que "cuando el sabio señala la luna, el idiota mira el dedo".
Al idiota nadie le ha explicado que el dedo sirve para señalar pero no tiene entidad por sí mismo. Es decir, no merece ser mirado, según los sabios. De todas formas, si el sabio usara su otro dedo índice (que sirve para indicar o para hacer glosarios de los capítulos de un escrito) para señalarse al índice al que quiere referirse, tendríamos todos un serio problema a la hora de identificar qué cojones quiere decir el sabio.
Los sabios están sobrevalorados y los idiotas infravalorados. Los idiotas pueden señalar a las cosas de las que quieren hablar con la mirada o con un leve giro de la barbilla.
En realidad, hablar de algo está sobrevalorado. La luna está sobrevalorada. Hay demasiadas opiniones, literatura, ciencia y leyendas sobre la luna.
Al final no es más que un trozo de queso suspendido en el cielo.
Los dedos, en cambio, tienen mucha mayor utilidad. Y no se habla tanto de ellos como merecen.
Otro día hablaremos de la jerarquía y la reputación de los diferentes dedos de una mano y, por qué no, de un pie. O de ambos.
domingo, 29 de mayo de 2022
Memo: passwordle
lunes, 9 de mayo de 2022
El magistrado despistado
viernes, 8 de octubre de 2021
La doble vida de P.
jueves, 10 de septiembre de 2020
martes, 14 de abril de 2020
Caritas
En realidad, era un emoticono que nació con la peor de las características con las que puede nacer un emoticono: la neutralidad.
No expresaba nada.
No es que no expresara "LA NADA", sino que directamente no expresaba nada. Era un emoticono que lo mismo servía para un roto que para un descosío, lo mismo para un toro que para un torero, lo mismo para un botón que para un ojal, lo mismo para una boca que para un ojete... Era tan versátil que era completamente inútil.
Pasó por la escuela de la vida de los emoticonos sin pena ni gloria, sin triunfos ni fracasos, sin alegrías ni tristezas, sin guerra ni paz...
Cuando le tocó salir a lidiar en los cajones de emoticonos de los teléfonos móviles de las personas, quedó relegado al fondo del armario, como ese calcetín desemparejado que nunca te pones porque no sirve de nada. A nadie, de momento y hasta que se ponga de moda porque algún futbolista despistado decide salir así vestido a una rueda de prensa multitudinaria, se le ocurre salir vestido con un solo calcetín. Nadie decide poner un mensaje con un emoticono que no sirve para expresar nada.
Así que, aunque Caritas no era un emoticono feliz ni desgraciado, su vida sí que lo era. Sobre todo, por falta de uso.
Hasta que un día vio un cartel de una película protagonizada por Nicholas Cage. Y se dijo "Esta es la mía".