jueves, 13 de noviembre de 2008

Greguería #18

Cuando estaba sentado en aquel sillón de orejas había que hablarle en voz baja.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuando se tumbaba en la chaise longue tenían que racionar los víveres y comprobar el nivel de la cantimplora varias veces, hasta que daban con él.