martes, 24 de junio de 2008

Reflexión a bote pronto #153

¿Por qué los turistas, cuando regresan de sus vacaciones, al salir de la puerta de embarque en el aeropuerto, siguen llevando esos ridículos sombreros? ¿Es un desesperado intento de prolongar el tiempo de asueto? ¿Una manera, acaso, de tratar de retrasar al máximo el ingreso en la gris rutina del cotidiano acontecer?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

O simplemente la forma de no fastidiar un sombrero. Con la excepción del Panamá, que es enrollable.

Pedro dijo...

Ojo, que yo soy muy partidario de los sombreros. Sobre todo, si son ridículos. Me encantaría poder ir a la oficina con un sombrero Stetson al más puro estilo John Wayne. Pero no me atrevo: si mis compañeros de curro ya opinan que soy raro, sólo porque voy en camiseta estilo imperio, pantalones bombachos y sandalias con calcetines blancos, imagínense que pensarían si además me presentara con sombrero de ala ancha.

Roberto Martín-Corral dijo...

Es muy probable que después de tres semanas sin sacárselo d encima, lo lleven pegado.

Por cierto, te has olvidado de la capa española y el florete al cinto que te traes por aquí.