miércoles, 21 de marzo de 2007

Oficinia quotidiania dos palitos

Mear y no echar gota... o la paradoja del tres en raya...luego me he ido al servicio, a echar la primera meada de la tarde.

Allí se ha producido esa incómoda situación en la que te encuentras con alguien con quien no has cruzado más de dos palabras en todo el tiempo que lleva en la empresa. Además, un tío que no me cae especialmente bien, ni mal... simplemente no me cae...

El caso es que llego al único meódromo que queda libre del servicio... El otro está ocupado por ese individuo, llamémosle X. X está de pie, frente al urinario, con la polla entre las manos, sin mear, con la mirada de los mil metros...

- Hola, digo yo, al llegar... Lo cortés no quita lo valiente y educado a mi no me gana ningún hijodeputa.

No me responde. Era de esperar. No es un tío especialmente dicharachero. Yo a lo mío... Él a lo suyo, pero sin mear.

Yo termino, tres golpecitos de mango (más es paja), subida de bragueta y a lavarse las manos, que uno es muy limpio.

Él a lo suyo, pero sin mear...

Me seco las manos y le miro...

Digo "hasta luego"...

Él a lo suyo, pero sin mear... ni responder.

Digo "hasta luego" en voz más alta...

Él a lo suyo, pero sin mear... ni responder... ni inmutarse.

Me acerco adonde estaba y vuelvo a decir "hasta luego" en voz bastante alta.

¡Y el tío se despierta y me contesta "hasta luego"!
¡Se había quedado dormido el muy hijodeputa!
¡Qué tío!

Me he tenido que morder los labios para no partirme el culo allí mismo en toda su jeta...

¡¡¡Esto es un "mear y no echar gota" como una casa!!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Se durmió con sólo dos puntos de apoyo?

Menudas ratas debe calzar el señor X!!!!