viernes, 16 de marzo de 2007

El origen de la expresión: patatas traigo (III)

(En anteriores entregas vimos como Sento el Gros, abandonado a su suerte por el Inspector Ximenes, recibía el encargo de investigar el origen de la expresión 'Patatas traigo'. La primera diligencia, consistente en enviar al becario Sahuquillo a la biblioteca para conseguir documentación había fracasado, porque Ximenes se había llevado el libro del Lisensiado Vanaclocha, el vademecum de las expresiones. Al día siguiente, Sento el Gros se reunió con Tartamundos Trotamudo y, después de dar cuenta de un señor aperitivo, le hizo un par de revelaciones... digamos crípticas)

Aunque lo mejor será que visites esta página y esta otra y te pongas al día como mandan las ensaladas estándar.


Sento el Gros se devanaba los sesos al tiempo que se hurgaba la nariz con el dedo índice de la mano derecha, bebía una cerveza que sostenía con esa misma mano y con la izquierda hacía zapping hasta llegar a "Sé lo que hicisteis la última semana". Para que luego digan que los hombres no pueden hacer más de una cosa al mismo tiempo.

Mientras volvían de Casa Montaña, se le había escapado en voz alta "Mira en tu interior" y el bobalicón de Sahuquillo le había respondido "¿En los bolsillos?". La intromisión le había costado un revés al becario, pero aquello le había hecho pensar a Sento, horas después.

Se miró en el bolsillo del pantalón y entre migas de pan, chicles viejos, condones caducados e invitaciones a chupitos, encontró algo interesante. Era una hoja de gastos de Ximenes que nunca le llegó a pagar. Pensó que aquello quizás había sido la causa de la dimisión del inspector. Recordó una discusión con Ximenes en la que este había acabado gritando "Eres un rata" antes de salir con un portazo de su despacho. Un tren de luces y sombras desfiló en su memoria con todas las escenas de su vida en las que le habían reprochado su tacañería. Mira en tu interior. Así que eso era lo que trataba de decirle Tartamundos.

Quizás aún estuviera a tiempo de recuperar a Ximenes, si le convencía de que le pagaría todos los atrasos y gastos pendientes. Al día siguiente iría a casa de Ximenes y trataría de hablar con él.

- Sahuquillo, te quiero mañana a las once abajo en la puerta. Ahora puedes terminar el masaje de pies e irte a tu casa.

Aunque, ahora que lo pienso, qué tiene todo esto que ver con el Lisensiado Vanaclocha. ¿Y con 'patatas traigo'?

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