lunes, 5 de marzo de 2007

El origen de la expresión: patatas traigo (II)

¿Qué os creíais? ¿Que nunca iba a aparecer la continuación de este fantabuloso caso de Sento el Gros? ¡Ay, lectores de poca fé! Aquí está la esperada segunda parte de El origen de la expresión: patatas traigo (I)

Al día siguiente el becario Sahuquillo, muy contento y con zapatos nuevos, estaba esperándole en la puerta del Casa Montaña, establecimiento decano en el muy noble arte de servir aperitivos, aunque últimamente se den ínfulas.

- ¿Has traído la libreta y el lapicero para apuntarlo todo?
- Sí, sidi Sento -replicó exhibiendo una sonrisa amarilla y picada de caries, al tiempo que sacaba los instrumentos de escritura del bolsillo de de su rijosa cazadora impermeable azul marino.
En el interior de Casa Montaña, el Subteniente Calzadilla, pelirrojo ex-militar, pontificaba comme d'habitud acerca del venidero fin del mundo y el despiece de las sardinas.

Sento el Gros, como parroquiano habitual, saludó con la mano al solícito Gervasio, que atendía en la barra, al tiempo que hacía la comanda mientras se instalaba en una de las banquetas que había junto a los toneles que rodeaban el local: Una botella de vermú casero bien fresquita, una de boquerones en vinagre con olivas, una de bravas, una de habas y una de cacaos... ah, y para el niño una cocacola.

- ¿A quién esperamos, jefe? -interrogó Sahuquillo mientras sorbía su cocacola por una paja, directamente de la botella.

Esto es un 'Oh, es él' como una casaSento el Gros no contestó, pero justo en ese momento entraba el mismísimo Tartamundos Trotamudo por la puerta del local, repartiendo saludos, sonrisas, lisonjas y parabienes por doquier. Poco después se acomodaba junto a Sento el Gros. Tartamundos habló de nimiedades durante un buen rato, todas ellas concienzudamente anotadas por el becario Sahuquillo, hasta que Sento el Gros, harto de que su invitado trasegara vermú y viandas sin mesura, le interpeló:

- Bueno, ¿qué hay de lo mío? ¿Qué me puedes contar de "Patatas traigo"?
- Poca cosa, no te creas... Bueno, en realidad, dos cosas: ...
Sahuquillo rompió la mina de su lapicero justo en ese momento.

- a) Mira en tu interior... y b) Lisensiado Vanaclocha es un seudónimo.
- ¿Ein?
- Lo que oyes... bueno, eso y que en el Tomate últimamente hay demasiados Orlandos... pero ese es un chiste malo gratuito que te ofrezco en señal de agradecimiento por este magno aperitivo del que acabo de dar cuenta. Buenas tardes - dijo, pues era la una y media en ese momento, y saludando a la concurrencia atravesó el umbral del establecimiento dejando muy poca paz en la mente confusa de Sento el Gros.
- Cóbrate -exhortó a Gervasio de muy malas pulgas, pues era, sábese, un redomado tacaño.

Mira en tu interior. Qué chorrada es esa... No sé, pero sale en todas las películas americanas. Por cierto, ¿qué ponen hoy por la tele?

(to be continued...)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Oh! Ese recurso literario de incluirse uno mismo en el relato no lo veia desde Clive Cussler.

Y este es el típico post que uno escribe para tirarse el moco de que ha leido mucho y es capaz de encontrar símiles entre dos textos, y darse autobombo.

¡Viva la metaliteratura!

Anónimo dijo...

¿"exortó"? ¿Algo que ver con Linda Blair?

¿No será exhortó?

Pedro dijo...

Vaya sección de correctores más simpática que tengo ;-)

Anónimo dijo...

"Vaya sección de correctores más simpática que tengo ;-)"

Y sin decir nada de ese equipo patrocinado por una marca de automóviles oriental que ha pasado de manera justa a cuartos de final de la champions. :-P