Dice la decimoctava ley de Murphy:
En la cocina, todos los objetos que caen, van a parar abajo de la alacena.
Y lo dice sin tener ni puta idea de que las cocinas de hoy en día, pequeñas como ellas solas, no tienen alacena ni tienen nada. Es más, hay veces que uno llega tan tarde a casa de currar que ni siquiera le apetece cenar. Ni hacer ná.
1 comentario:
Salvo que sea un cuchillo carnicero o agua hirviendo, en cuyo caso va a parar a un pie... o a los dos.
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