¡Qué hermoso conceto el que hoy nos ocupa, amigos de las ideas!
La ciencia infusa es la habilidad que tienen algunos individuos para adquirir ciertos conocimientos sin poder explicar cómo estos conocimientos se han aprendido. La propia palabra infusa nos da una idea de que esa "aprehensión" de conocimientos se realiza por medios similares a los que se utiliza cuando uno se prepara una infusión: ¡por ósmosis! (Otro hermoso conceto).
Sí, quizás eso explica por qué los ingleses saben tantas cosas: porque toman mucho té. Nosotros nos apañamos con la menta-poleo y con la manzanilla... bueno, y con la tila, que hay mucho exaltado por ahí... Pero, claro, esas infusiones no tienen la buena prensa que tiene el té, ni su rica literatura asociada. Esa puede ser la causa de que las cosillas que aprendemos por ciencia infusa sean mucho más modestas, conocimientos de andar por casa, como, por ejemplo, cómo llamar por teléfono desde una cabina sin echar monedas.
En cualquier caso, yo os recomiendo que vayáis por la vida con las membranas abiertas y bien dispuestas, que puede que el viento os traiga algún conocimiento útil (o práctico) y si os ponéis farrucos dejéis pasar una maravillosa oportunidad de saber cómo ganar dinero sin trabajar, por ejemplo. Esto se podría interpretar como una recomendación para que desactivéis vuestros filtros anti-spam, pero no es así. Más bien podría entenderse como un consejo: deja siempre activado en el móvil el blue tooth, porsiaca.
2 comentarios:
«yo os recomiendo que vayáis por la vida con las membranas abiertas y bien dispuestas»...
Imagino que esta filosofía, si conseguiste que enraizara entre tu público femenino, te trajo un sinnúmero de alegrías del instituto en adelante.
Bueno, la verdad es que no demasiadas... pero porque uno es muy torpe para estos asuntos.
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