martes, 10 de abril de 2007

Patatas traigo, la serie (episodio 6)

(En anteriores entregas, Sento el Gros, ayudado del becario Sahuquillo recibe el encargo de investigar el origen de la expresión 'patatas traigo'. En el decurso de la investigación se entrevistan con Tartamundos Trotamudo, que les ayuda a encontrar al inspector Ximenes, que había desertado semanas atrás. Por otro lado, se está liando la gorda porque el supermalo Mariano W. Wilkinson, conoce al Profesor Sanahuja y recluta al sicario Ciriaco el Gandul con aviesas intenciones. Un mensaje confuso dice no sé qué de un tuno...
...
Pero lo mejor será que leáis las anteriores entregas
aquí).


El de la flecha es Optimo BrunoÓptimo Bruno era un cuarentuno nada oportuno. Tocaba la bandurria no sin cierta habilidad, lo cual no quiere decir que la tocara con habilidad. Los sábados por la noche los pasaba en restaurantes y salones de bodas, bautizos y comuniones, mendigando unas monedas al tiempo que trataba de ligar con muchachas veinte años más jóvenes que él. Óptimo era buen chaval, de todas formas, e incluso, desde el mostrador donde ejercía de dependiente de la Condonería Pepa las largas tardes de invierno, fantaseaba con echarse la manta al monte (sic) y hacerse perroflauta.
"Total, con ponerme unas rastas postizas donde ahora tengo la calva, descuidar la higiene en mis sobacos, escribir algún mensaje contestatario... es decir, kontestatario en mi camiseta, adoptar un perro callejero y cambiar la bandurria por una flauta, ya tendría casi todo el trabajo hecho".


Su principal habilidad consistía en que podía ocultar un mechero en su ano sudoroso. Podía mantenerlo escondido allí horas y horas. La culminación de este truco, que a algunos, no sin su parte de razón, les parecerá repugnante, llegaba cuando tras la vigésimo séptima interpretación de "Clavelitos", Óptimo se bajaba los pantalones (o mallas o lo que sea que lleven los tunos modernos, valga el oxímoron), ponía el culo en pompa y lanzaba el encendedor a cinco metros de distancia ante la sorpresa de la boquiabierta audiencia... (boquiabierta para desgracia de una joven que cierta vez vio como el mechero se dirigía a... pero eso es otra historia y será contada a su debido momento).

En un mundo perfecto, este truco debería haber servido para que los de la Tuna de Agrícolas le dejaran tocar la pandereta a Óptimo... (Es bien sabido por la gente que sabe de esto -que alguna habrá- que el que toca la pandereta es el líder de la tuna, el que más liga y el que se queda con las monedas más gordas). Pero, ay amigos, ocioso es decirlo, la envidia es un pecado capital no sólo en Madrid, sino también en la sacrosanta institución de la Tuna... que digo yo, alguien le habrá pedido su opinión a los atunes sobre esto... esta cuestión, que no es moco de pavo, la dejamos para el próximo diálogo de besugos...
Decíamos de la envidia y de que, claro, llegó el guaperas de turno y, como Óptimo tampoco era ningún adonís, pues nuestro héroe (aún no lo saben ustedes pero este también va para héroe) se vio abocado a la segunda línea de la parrilla de salida para desesperación del calvo de Tele5. Una buena razón para no comerse un torrao y, por ende, una buena excusa para que un odio desaforado -no exento de cierta inquina- hacia la humanidad fuese germinando en el corazón de este pobre poeta maldito.

Otra importante habilidad que adornaba a nuestro hombre (un hombretón ya, de cuarenta y siete años, que se negaba a abandonar el hogar materno, aduciendo que nadie hacía la paella como su madre, razón de peso, no me lo negarán) era que tenía los conocimientos teóricos necesarios para anular, mediante un astuto sistema de ondas de frecuencia inversa, los pedos de los demás individuos. Este mecanismo, que Óptimo había bautizado como contrapedo, todavía no había revelado utilidad práctica alguna, pero porque nadie había tenido los redaños (cojones, para los menos leídos) suficientes para llevarlo a la práctica... Pero todo se andaría...

Ah, y Óptimo Bruno sabía lo que significaba "Patatas traigo" y además había cursado EGB con Sahuquillo y con Ciriaco el Gandul (miren que manera más ingeniosa de empezar a cerrar el círculo)...

1 comentario:

Anónimo dijo...

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Recuerdo un encuentro con la tuna de derecho donde les acabamos cantando: "era del atún, del atún de la atunera, era del atún, del atún, de rianxeira"
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