Una vez concluido el interrogatorio, el juez se despidió, como solía, hasta el día de la celebración del juicio:
- Hasta la vista.
Sólo al levantar la cabeza diose cuenta de lo inadecuado de la fórmula al reparar en la evidente invidencia del testigo.
3 comentarios:
Muy bueno ese brelato
No hay peor injusticia que ser corto de vista, y esto lo digo por el juez
:)´
*Salú
Y es que en el país de los ciegos, el más corto de vista es el tuerto
(¿Ese juez era capaz de desfacer entuertos?)
Ya puesto a cometer tales fechorías, más le hubiera valido "guiñar un ojo"
(A veces las vistas se alargan en el tiempo, depende de la huelga o qué "manifieste" el juez)
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