Cuando conocí a Hilvano sabía que entre nosotros dos había surgido algo especial... Esa habilidad para enlazar ideas, para hacer planes, para encantar serpientes... me fascinó.
Gomina era un travesti de lo más histérico. Siempre iba con el reloj pegado al culo, lo que en su caso era especialmente divertido. Creo que le sentó bien conocerme. Yo no puedo decir lo mismo.
La verdad es que Hilvano era tan fascinante como difícil de tratar. Antes incluso de que grabáramos nuestro primer single, "Vespinos y mobilettes", ya iba de diva por la vida.
No es falsa modestia, pero yo era el auténtico genio de Hilvano y Gomina Power. Gomina era sólo la cara bonita... y unos pelos espantosos, para qué negarlo.
El final se veía venir con bastante antelación. Supongo que todo lo precipitó el hecho de que se negara a que publicarámos la canción que yo había compuesto "Me da lo mismo ene que logatimo".
Era una mierda. Exactamente una mierda. Caca. Heces. Excrementos.
Le di un bofetón y luego cerré la puerta de un portazo. No he vuelto a hablar con él.
Trabaja de peluquera.
Creo que ha hecho sus pinitos en el cine... en el cine porno.
3 comentarios:
Se comenta que la mierda de Tora de Lidia Lontano algo tuvo que ver con ese bofetón.
La prgunta es si al final Hilvano pasó por el ojo de la aguja o no...
La biografía no aclara este punto, pero podemos elucubrar que sí, porque Gomina era ancha de esfínteres...
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