martes, 30 de septiembre de 2008
El conceto es el conceto: drogodependienta
Drogodependienta: adicta a atender el público de las perfumerías.
lunes, 29 de septiembre de 2008
Revista de actualidad
Al regreso de la expedición española a los Juegos Paralímpicos, no estaban todos los miembros.
(Gracias Ramírez)
viernes, 26 de septiembre de 2008
jueves, 25 de septiembre de 2008
miércoles, 24 de septiembre de 2008
El conceto es el conceto: calleja
Calleja: golpe seco dado con la palma de la mano plana en la nuca (entre oreja y oreja) de un compañero de clase, sin que venga a cuento.
martes, 23 de septiembre de 2008
Revista de actualidad
Uno se queda anonadado ante noticias como esta:
Se le cae el bigote postizo a un espía camuflado mientras era entrevistado
El trabajo de agente del MI6 -Servicio de Inteligencia Secreto del Reino Unido- requiere salvaguardar a la perfección la identidad como agente secreto. Sin embargo, un incidente que se produjo el pasado martes durante una entrevista en la BBC, a punto estuvo de jugarle una mala pasada a uno de ellos.
Noticia completa en el diario 20minutos.
Se le cae el bigote postizo a un espía camuflado mientras era entrevistado
El trabajo de agente del MI6 -Servicio de Inteligencia Secreto del Reino Unido- requiere salvaguardar a la perfección la identidad como agente secreto. Sin embargo, un incidente que se produjo el pasado martes durante una entrevista en la BBC, a punto estuvo de jugarle una mala pasada a uno de ellos.
Noticia completa en el diario 20minutos.
Chiste malo redux
Una vaca le dice a otra:
- ¡Muuu!
Y la otra responde:
- Me lo has quitado de la boca.
- ¡Muuu!
Y la otra responde:
- Me lo has quitado de la boca.
(Gracias Aarón)
lunes, 22 de septiembre de 2008
Aforismo de todo a un dólar #70
Es aconsejable quitarle hierro a la ironía.
(Prueba a decirlo en inglés)
Reflexión a bote pronto #164
Me suena que la serpiente más promiscua es la pitón verbenera.
(Gracias Mic)
jueves, 18 de septiembre de 2008
Grandes emprendedores que ni de blas
Es un hecho poco conocido que Claudia Cardinale, antes de iniciar su meteórica carrera como actriz, emprendió una fallida carrera como restauradora de comidas rápidas.
Inexplicablemente, su cadena Bocatta di Cardinale no tuvo el éxito esperado.
El mundo se quedó sin los deliciosos bocadillos pero ganó una guapísima actriz.
Inexplicablemente, su cadena Bocatta di Cardinale no tuvo el éxito esperado.
El mundo se quedó sin los deliciosos bocadillos pero ganó una guapísima actriz.
El conceto es el conceto: conpota
Conpota: pasta hecha con pulpa de fruta y tropezones expulsados por la boca de alguien a quien no le ha sentado bien el almuerzo.
miércoles, 17 de septiembre de 2008
martes, 16 de septiembre de 2008
Las tronchantes aventuras de Jon Zumalacárregui
Jon Zumalacárregui era ex boxeador y muy sincero. Y un poco disléxico.
Había que tener una mandíbula de hierro para encajar sus puños como verdades.
Había que tener una mandíbula de hierro para encajar sus puños como verdades.
lunes, 15 de septiembre de 2008
Aforismo de todo a un euro #69
Tenía tanta suerte, que su casa tenía más de diez armarios empotrados.
viernes, 12 de septiembre de 2008
El origen de la expresión: a tontas y a locas (tercera parte)
(Si no hay dos sin tres, ¿para qué sirve el dos?)
Conducia Ximenes su utilitario, serpenteando entre el tráfico denso de la ciudad, y empezó a pensar en su pasado, en sus relaciones con Sento el Gros (estaba pensando yo en un spin off) y en las vacaciones que se iba a pegar en Cancún cuando resolviera el caso, cuya conclusión ya tenía al alcance de su mano. Pensaba en todo esto cuando su automóvil dijo basta y tuvo que desplazarse a pie, bajo un sol de justicia, hasta el MUSEO DE LA ESCRITURA.
Aparentemente, el MUSEO DE LA ESCRITURA estaba más chapao que las piernas de una monja, pero Ximenes, cuyo ánimo ya sabemos inquebrantable, decidió tomarse un carajillo en el bar de al lado para indagar sobre el negocio que le interesaba.
- El viejo ya bajó la persiana hace tres o cuatro años -le dijo el camarero al tiempo que servía un generoso chorro de Terry sobre el café-. Pero lo puede encontrar usted dándo de comer a las palomas del parque de aquí al lado.
No le costó a Ximenes terminarse el carajillo. Ni dar con el jubilado que, en lugar de acodarse a las vallas de las obras, prefería dar de comer a las palomas. Presentóse Ximenes, justificóse, inquirióle al hombre mayor (cuya identidad no revelaremos de momento, con vistas a sacarnos un as de la manga en futuras secuelas), enteróse del caso, agradecióle sobremanera y regresó a su despacho para redactar el informe. Dinerillo fácil.
Hace unos años un sacerdote al cargo de un colegio para niños y niñas con problemas mentales saltó a la palestra cuando su foto apareció en El Caso. El Padre Piñonero fue acusado de abuso de menores. La Iglesia Católica, como suele ocurrir en estos casos, silenció el tema enviando al cura a una isla tranquila del Mediterráneo. Sin embargo, cierto periodista se las ingenió para localizar al pederasta y conseguir una entrevista con él. El Padre Piñonero exhibió un cinismo a prueba de balas. Lo que más llamó la atención de sus declaraciones fue que dijo que "siempre le habían gustado las niñas" pero sobre todo "las tontas y las locas, que eran las más fáciles de convencer". El escándalo que produjo la publicación de la entrevista se fue diluyendo cuando la justificación oficial de la Conferencia Episcopal es que la salud mental del Padre Piñonero no era plena y que sus declaraciones las había realizado, "sin reflexionar, con demasiada espontaneidad, sin orden ni concierto". La sabiduría popular comenzó a utilizar esa expresión como sinónimo de "sin reflexionar, con demasiada espontaneidad, sin orden ni concierto". Y los crímenes del Padre Piñonero cayeron en el olvido.
Terminó de redactar su informe con una mueca de asco Ximenes y después marcó el número que el Profesor Amabuntu le había facilitado...
- En estos momentos, todos nuestros operadores están ocupados. No se retire. En breves instantes le atenderemos... (y una insufrible tonada de Carlinhos Brown)...
Pronto perdió la paciencia Ximenes. Colgó y se desplazó al local del curandero africano... Nadie le respondió cuando llamó al timbre. Deslizó el sobre con el informe por debajo de la puerta, con la extraña sensación de estar siendo observado.
Efectivamente, en ese momento, desde una esquina le vigilaba Yogurtu y desde otra, uno de los hermanos Machancoses. No podía imaginar Ximenes que había sido utilizado (ni siquiera lo podía imaginar yo, que estoy escribiendo esto). Nada sospechaba que su persona iba a ser crucial en... ¡LA BATALLA DEL CALIQUEÑO!
(Próximamente en sus pantallas)
jueves, 11 de septiembre de 2008
El origen de la expresión: a tontas y a locas (segunda parte)
(Segundas partes nunca fueron buenas, hoy en su blog transgresor favorito la segunda parte que sí lo fue)
Ximenes se despertó en un sótano inmundo, contuso el cráneo, atadas las manos a una silla, encadenado su tobillo a una argolla clavada a la pared, malaya la gota que incesantemente le caía sobre la frente...
Los sagaces lectores de esta bitácora, como están muy leídos y tienen estudios, se habrán dado cuenta de una cosa: Ximenes estaba en un aprieto. (Nada que ver con problemas con su tracto intestinal).
Sin embargo, aquellos que hayan leído la primera parte de esta historia se preguntarán: ¿Cómo ha ido a parar Ximenes a ese sótano inmundo? Los que no la hayan leído, que la lean y luego se lo pregunten.
A la salida de la consulta del Profesor Amabuntu, Ximenes había dirigido sus pasos a la Cabaña del Papá Heredia, sita en pleno centro de Nazaret. Tuvo que ir dando un rodeo por culpa de las obras del circuito de Formula 1, pero eso le sirvió para despistar a Yogurtu, el vendedor ambulante de color que le seguía, aunque Ximenes no llegase a percatarse. El Papá Heredia, en otros tiempos había manejado el cotarro, todo el cotarro, hasta la llegada de los rumanos, quienes, bajo el control de los hermanos Machanchoses, de Benimaclet, llevaban el negocio de los semáforos y los gorrillas, prácticamente en régimen de monopolio. Sin embargo, desde su retiro dorado, no había información del submundo que no controlara el patriarca. La información que le reveló el gitano le fue sumamente útil a Ximenes. Por un lado, el Profesor Amabuntu pretendía quedarse con el monopolio de los caliqueños y la absenta, con lo cual la guerra con los hermanos Machancoses estaba servida. Por otro lado, a cambio de una nevera estropeada y una yogurtera en desuso, el Papá Heredia le dijo en voz bajita a Ximenes dónde encontrar la información acerca de la expresión "a tontas y a locas".
Se dirigió Ximenes a su domicilio, donde, después de quitarle un poco el polvo y dar unas cuantas vueltas a la manivela del motor de arranque, puso en marcha su viejo utilitario (en la foto, una ganga, créanme). En contra de su norma, no tuvo más remedio que pararse en un semáforo en rojo y eso fue su perdición. Cayeron sobre él docenas de rumanos y le ofrecieron paquetes de pañuelos y sinco mecheros por un euro, con tal insistencia, que Ximenes perdió la consciencia.
En lo que ha durado el flashback, Ximenes, sabiéndose prisionero de los hermanos Machancoses, que tenía en la cabecera de su cama sendos altares dedicados a Houdini y a McGyver, había conseguido desasirse y escaparse del maloliente y oscuro sótano, se había librado de los secuaces de los hermanos Machancoses invitándoles a pipas Facundo (los rumanos sentían dejar este mundo sin probarlas) y aún le había dado tiempo a tomarse una leche merengada. Todo ello sin despeinar la cortinilla estilo Anasagasti que últimamente coronaba su en otro tiempo abundante cabellera.
Recuperó su viejo utilitario (que estaba todavía en el semáforo donde le habían secuestrado, claro, quién se iba a llevar esa ruina...) y se dirigió al... ¡chachán!... ¡MUSEO DE LA ESCRITURA!
Ximenes se despertó en un sótano inmundo, contuso el cráneo, atadas las manos a una silla, encadenado su tobillo a una argolla clavada a la pared, malaya la gota que incesantemente le caía sobre la frente...
Los sagaces lectores de esta bitácora, como están muy leídos y tienen estudios, se habrán dado cuenta de una cosa: Ximenes estaba en un aprieto. (Nada que ver con problemas con su tracto intestinal).
Sin embargo, aquellos que hayan leído la primera parte de esta historia se preguntarán: ¿Cómo ha ido a parar Ximenes a ese sótano inmundo? Los que no la hayan leído, que la lean y luego se lo pregunten.
A la salida de la consulta del Profesor Amabuntu, Ximenes había dirigido sus pasos a la Cabaña del Papá Heredia, sita en pleno centro de Nazaret. Tuvo que ir dando un rodeo por culpa de las obras del circuito de Formula 1, pero eso le sirvió para despistar a Yogurtu, el vendedor ambulante de color que le seguía, aunque Ximenes no llegase a percatarse. El Papá Heredia, en otros tiempos había manejado el cotarro, todo el cotarro, hasta la llegada de los rumanos, quienes, bajo el control de los hermanos Machanchoses, de Benimaclet, llevaban el negocio de los semáforos y los gorrillas, prácticamente en régimen de monopolio. Sin embargo, desde su retiro dorado, no había información del submundo que no controlara el patriarca. La información que le reveló el gitano le fue sumamente útil a Ximenes. Por un lado, el Profesor Amabuntu pretendía quedarse con el monopolio de los caliqueños y la absenta, con lo cual la guerra con los hermanos Machancoses estaba servida. Por otro lado, a cambio de una nevera estropeada y una yogurtera en desuso, el Papá Heredia le dijo en voz bajita a Ximenes dónde encontrar la información acerca de la expresión "a tontas y a locas".
Se dirigió Ximenes a su domicilio, donde, después de quitarle un poco el polvo y dar unas cuantas vueltas a la manivela del motor de arranque, puso en marcha su viejo utilitario (en la foto, una ganga, créanme). En contra de su norma, no tuvo más remedio que pararse en un semáforo en rojo y eso fue su perdición. Cayeron sobre él docenas de rumanos y le ofrecieron paquetes de pañuelos y sinco mecheros por un euro, con tal insistencia, que Ximenes perdió la consciencia.
En lo que ha durado el flashback, Ximenes, sabiéndose prisionero de los hermanos Machancoses, que tenía en la cabecera de su cama sendos altares dedicados a Houdini y a McGyver, había conseguido desasirse y escaparse del maloliente y oscuro sótano, se había librado de los secuaces de los hermanos Machancoses invitándoles a pipas Facundo (los rumanos sentían dejar este mundo sin probarlas) y aún le había dado tiempo a tomarse una leche merengada. Todo ello sin despeinar la cortinilla estilo Anasagasti que últimamente coronaba su en otro tiempo abundante cabellera.
Recuperó su viejo utilitario (que estaba todavía en el semáforo donde le habían secuestrado, claro, quién se iba a llevar esa ruina...) y se dirigió al... ¡chachán!... ¡MUSEO DE LA ESCRITURA!
(Mañana el desenlace, que no te lo cuenten)
miércoles, 10 de septiembre de 2008
El origen de la expresión: a tontas y a locas
(Oiga usted, el caso más difícil del Inspector Ximenes)
Languidecía Ximenes sobre una toalla extendida en las doradas arenas de la Playa de la Malvarrosa, dejándose acariciar por la brisa marina del Mediterráneo, regalándose el beso vitaminado de Helios, solazándose en la babilla que descendía suavemente desde sus guacheras cuando, ¡MOOOOOOOOOCCCCC!, un vendedor ambulante de color (de color negro para más señas, el vendedor ambulante era negro... no es que vendiera el color negro... vendía baratijas y megáfonos...) le despertó con un bocinazo que anunciaba su mercancía.
"No, no quiero nada", dijo entre sueños Ximenes, al tiempo que se atusaba el cabello con la baba que acababa de retirarse de la comisura de los labios, y regresaba al mundo sólo para darse cuenta de la monumental resaca que, allí, al lado del mar, resultaba redundante.
"No quero vender nada. Tú venir conmigo. Tengo trabajo pa ti", dijo inesperadamente el ambulante vendedor, que todavía seguía a su vera, proporcionándole una alargada sombra no solicitada a Ximenes. Tardó en reaccionar nuestro detective favorito (al menos, el mío), pero cuando se dio cuenta de que lo que se le proponía era un caso, se caló una gorra verde de John Deere que tenía a mano y murmuró: "Estoy de vacaciones".
"Mucho dinero... Aunque, si tú no, yo ofreser a Sento el Gros".
Ximenes saltó como un resorte y antes de que Jonathan se pudiera meter pa lo hondo, ya se había puesto las cangrejeras color carne y seguía al inopinado cliente y su ristra de baratijas paseo marítimo abajo. Bueno, pal norte.
Caminaron por callejas ignotas del Cabanyal hasta llegar a una cieja casa de pescadores en la puerta de la cual se podía leer "Profesor Amabuntu. Gran astrólogo, sabio, curandero, espiritista, científico y médico africano de confianza. Curo todos los males al 100% de confianza. Máxima discreción. Mal de amores. Limpieza de espíritu. Quito mal de ojo. Pócimas para retorno al hogar, recuperar personas amadas, sin trabajo, impotencia sexual, alejamiento de indeseables, droga, alcohol, tabaco, dinero. Acercar clientes. Envidia. Esterilidad. Hijos rebeldes. Atiendo de 8 a 21 horas. Martes cerrado. Facilidad de pago. Acepto Visa."
¿Así que ese era el nuevo cliente de Ximenes? ¡Por todas las mofetas, quizás no fuera mala idea cobrarle los servicios en especie!
El profesor Amabuntu, vestido con una enorme túnica multicolor, le recibió al otro lado de un altar en el que estaba sentado en un trono, haciendo ganchillo, mientras esperaba algún cliente.
Fue directo al grano:
- Quiero saber de dónde viene la expresión "a tontas y a locas" -dijo en un sorprendentemente buen castellano-. Necesito saberlo antes de 72 horas.
- A-a-acepto el caso -repuso Ximenes, anodadado, y todavía con la gorra verde de John Deere encasquetada en su chola.
Languidecía Ximenes sobre una toalla extendida en las doradas arenas de la Playa de la Malvarrosa, dejándose acariciar por la brisa marina del Mediterráneo, regalándose el beso vitaminado de Helios, solazándose en la babilla que descendía suavemente desde sus guacheras cuando, ¡MOOOOOOOOOCCCCC!, un vendedor ambulante de color (de color negro para más señas, el vendedor ambulante era negro... no es que vendiera el color negro... vendía baratijas y megáfonos...) le despertó con un bocinazo que anunciaba su mercancía.
"No, no quiero nada", dijo entre sueños Ximenes, al tiempo que se atusaba el cabello con la baba que acababa de retirarse de la comisura de los labios, y regresaba al mundo sólo para darse cuenta de la monumental resaca que, allí, al lado del mar, resultaba redundante.
"No quero vender nada. Tú venir conmigo. Tengo trabajo pa ti", dijo inesperadamente el ambulante vendedor, que todavía seguía a su vera, proporcionándole una alargada sombra no solicitada a Ximenes. Tardó en reaccionar nuestro detective favorito (al menos, el mío), pero cuando se dio cuenta de que lo que se le proponía era un caso, se caló una gorra verde de John Deere que tenía a mano y murmuró: "Estoy de vacaciones".
"Mucho dinero... Aunque, si tú no, yo ofreser a Sento el Gros".
Ximenes saltó como un resorte y antes de que Jonathan se pudiera meter pa lo hondo, ya se había puesto las cangrejeras color carne y seguía al inopinado cliente y su ristra de baratijas paseo marítimo abajo. Bueno, pal norte.
Caminaron por callejas ignotas del Cabanyal hasta llegar a una cieja casa de pescadores en la puerta de la cual se podía leer "Profesor Amabuntu. Gran astrólogo, sabio, curandero, espiritista, científico y médico africano de confianza. Curo todos los males al 100% de confianza. Máxima discreción. Mal de amores. Limpieza de espíritu. Quito mal de ojo. Pócimas para retorno al hogar, recuperar personas amadas, sin trabajo, impotencia sexual, alejamiento de indeseables, droga, alcohol, tabaco, dinero. Acercar clientes. Envidia. Esterilidad. Hijos rebeldes. Atiendo de 8 a 21 horas. Martes cerrado. Facilidad de pago. Acepto Visa."
¿Así que ese era el nuevo cliente de Ximenes? ¡Por todas las mofetas, quizás no fuera mala idea cobrarle los servicios en especie!
El profesor Amabuntu, vestido con una enorme túnica multicolor, le recibió al otro lado de un altar en el que estaba sentado en un trono, haciendo ganchillo, mientras esperaba algún cliente.
Fue directo al grano:
- Quiero saber de dónde viene la expresión "a tontas y a locas" -dijo en un sorprendentemente buen castellano-. Necesito saberlo antes de 72 horas.
- A-a-acepto el caso -repuso Ximenes, anodadado, y todavía con la gorra verde de John Deere encasquetada en su chola.
(Continuará, claro)
martes, 9 de septiembre de 2008
Mis insultos favoritos: piltrafilla
Bienvenidos, gilipollitas de mi corazón, a este cenáculo que, de uvas a peras, os ofrece la posibilidad, a los amantes del agravio y el faltonismo, de regocijaros con insultos nuevos, frescos, rudos, bestias, en desuso, recién llegados o clásicos de ayer, de hoy y de siempre.
Hoy hablaremos de un insulto que, años ha, se puso de moda y llegó a nuestras vidas para quedarse: piltrafilla.
En concreto, el insulto se puso de moda gracias a un spot publicitario que hace unos años una empresa de conservas atuneras para alopécicos emitía en las televisiones de ámbito estatal y autonómico, y que, si así es vuestro deseo, podéis revisionar (o ver por primera vez, caso de que entonces viviéseis en Tasmania) merced a las bondades que nos ofrece www.youtube.com:
La expresión que puso de moda el anuncio es toda una obra maestra de la poesía peripatética: Pero, ¿tú tienes estudios, piltrafilla?
Piltrafilla designa a una persona insignificante, torpecilla, seria candidata al fin y a la postre a lograr uno de los Premios Darwin, como el tipo que sale en la foto que ilustra la cabecera de esta entrada. O como este o este otro.
Vosotros os hacéis una idea, ¿no? En caso de que no sea así, os remito a cierta respuesta que se da a la pregunta ¿qué significa la palabra piltrafilla? en el engendro ese de Yahoo Respuestas:
¿Existe placer mayor que el de llamar a alguien al mismo tiempo poco carnoso, de baja catadura moral y camastro?
Gilipollitas míos, usad pues la palabra piltrafilla siempre que se os presente la ocasión. Expandid la semilla del piltrafillismo.
Hoy hablaremos de un insulto que, años ha, se puso de moda y llegó a nuestras vidas para quedarse: piltrafilla.
En concreto, el insulto se puso de moda gracias a un spot publicitario que hace unos años una empresa de conservas atuneras para alopécicos emitía en las televisiones de ámbito estatal y autonómico, y que, si así es vuestro deseo, podéis revisionar (o ver por primera vez, caso de que entonces viviéseis en Tasmania) merced a las bondades que nos ofrece www.youtube.com:
La expresión que puso de moda el anuncio es toda una obra maestra de la poesía peripatética: Pero, ¿tú tienes estudios, piltrafilla?
Piltrafilla designa a una persona insignificante, torpecilla, seria candidata al fin y a la postre a lograr uno de los Premios Darwin, como el tipo que sale en la foto que ilustra la cabecera de esta entrada. O como este o este otro.
Vosotros os hacéis una idea, ¿no? En caso de que no sea así, os remito a cierta respuesta que se da a la pregunta ¿qué significa la palabra piltrafilla? en el engendro ese de Yahoo Respuestas:
Piltrafa se denomina a la parte poco carnosa o magra de un animal o persona, igualmente se dice de la persona de baja catadura moral y a los restos exiguos de una comida.
Tambien se usaba en el castellano antiguo como una cama o camastro pequeño ya que a este mueble se le decia "piltra" en argot, de hay, vaya piltrafa o piltrafilla donde te vas acosta, es peor que un jergon de fraile.
¿Existe placer mayor que el de llamar a alguien al mismo tiempo poco carnoso, de baja catadura moral y camastro?
Gilipollitas míos, usad pues la palabra piltrafilla siempre que se os presente la ocasión. Expandid la semilla del piltrafillismo.
lunes, 8 de septiembre de 2008
Reflexión a bote pronto #170
En un concurso patrocinado por un sex-shop, ¿se os ocurre cuál podría ser el premio de consolación?
viernes, 5 de septiembre de 2008
El conceto es el conceto: pilatos
Pilatos: tipo de gimnasia que consiste en lavarse las manos. No consumes muchas calorías, pero te quedas tranquilo.
jueves, 4 de septiembre de 2008
miércoles, 3 de septiembre de 2008
Historia oculta detrás de una esquina
Se sospecha que entre los agentes apostados en Dallas a lo largo del último paseo de JFK había algún lúdópata.
martes, 2 de septiembre de 2008
Las tronchantes aventuras de Matías Gromenauer
Matías Gromenauer iba para ministro pero se quedó en conserje por culpa de una gorra de plato dos tallas demasiado grande.
Si no llega a ser por esa gorra de plato demasiado grande, el canciller Otto Von Bismark, en su visita al Ministerio de Economía y Hacienda, del que Matías Gromenauer era conserje, hubiera percibido su aguda mirada y, sin duda alguna, le hubiera fichado para su equipo de trabajo.
Matías tenía muchas ideas. La historia hubiera cambiado.
lunes, 1 de septiembre de 2008
Efecto Tomate
Animados por el éxito de las fiestas buñolenses, multitud de municipios a lo largo y ancho de la geografía de la Piel de Toro se plantean incluir como plato fuerte de sus fiestas patronales la batalla de productos típicos de la tierra.
Destacan por su originalidad y donosura, la Batalla de Pulpos de Sanxenxo da Feira y la Melonada de Villaconejos.
Destacan por su originalidad y donosura, la Batalla de Pulpos de Sanxenxo da Feira y la Melonada de Villaconejos.
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