
Tras unas cuantas jornadas de transición, parecía que el juego de los Fajadores se estabilizaba, pero llegó el derby regional contra el Zafarrancho de Tomelloso. La primera parte del partido fue desastrosa para los intereses del Fajadores. Coachovic no sabía qué hacer y no paraba de prorrumpir en exabruptos tales como "Bloquea tonto haba", "Coge rebote mierda seca" o "Para para paraaaaaaa giliiiiiii". Sus jugadores parecían no entenderle.
Durante el descanso, estaba reflexionando sobre su posible retorno a su Yugoslavia natal cuando una empleada del club le trajo una hoja con estadísticas (que entonces se redactaban a mano). Coachovic apenas miró las estadísticas cuando, preso de una ira incontenible, empezó a hacer mil pedazos con la hoja que la acaban de entregar, al tiempo que gritaba "Estadísticas están para romper".
Según confesó años más tarde, se refería a que las estadísticas eran tan malas que lo mejor que se podía hacer con la hoja era romperla. Pero un atento cronista captó la frase y entendió que era un novedoso sistema de motivación procedente de la revolucionaria escuela plavi.
El caso es que no se sabe cómo, el Fajadores consiguió bordar una primorosa segunda parte y con ello remontar un partido que se había puesto muy cuesta arriba.
El mencionado periodista tituló su crónica del partido con un castellanizado "Las estadísticas están para romperlas", frase que dio la vuelta al mundo, y que, sacada de contexto, ha conseguido salvar a infinidad de deportistas y entrenadores que no tenían nada que decir en entrevistas y ruedas de prensa.
5 comentarios:
No te acostarás sin aprender un poco más, como dijo aquel.
Boza cabezonnnnnnnnnnnnnnnnn!!!!!!
Yo viví en el pabellón aquel Fajadores-Zafarrancho. No recuerdo la ruptura del papel de la discordia por parte de Coachovic, pero no olvidaré sus ojos inyectados en sangre.
Gracias, zama... Es un privilegio contar con testimonios de primera mano.
esto es mentira
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