miércoles, 15 de octubre de 2008

Grandes emprendedores que no

Félix Felines siempre amó los gatos.

Decidió emprender un negocio innovador, sin precedentes: abrió una funeraria para gatos.

Debió haber previsto la situación: los honorarios por sus servicios deberían haberse multiplicado por siete.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Qué falta de enfoque!
Lo suyo hubiera sido una funeraria para gorriones recogidos de la calle.

Anónimo dijo...

Pobre Felix de ser "the undertaker" a ser "the undermoney".
Que cruel es la realidad que entierra nuestros sueños!!!... hasta por siete veces.