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lunes, 24 de enero de 2011

Instrucciones para tocar los huevos

- Sitúese en un semáforo de peatones junto a alguien que se encuentre esperando a que se ponga verde. Demasiado cerca. Para que la persona (a ser posible que no sea demasiado fuerte) se sienta incómoda.

- Mírele fijamente a la oreja.

- Diga una especie de letanía o ensalmo en voz muuy bajita. Dos o tres veces.

- Cuando el semáforo se ponga verde, camine en paralelo a la víctima, sin alejarse demasiado de él.

- Cuando llegue el momento (y, créame, llegará) en que el susodicho proteste, replique usted "¡Déjeme en paz! No le conozco a usted de nada." y salga corriendo mientras grita "¡Socorro! Me acosa un maniático."

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Gestos que pervivirán

Ese gesto, codificado en el ADN de las madres españolas, que se veía hace 30 años en las calles frías de un invierno lluvioso y todavía se puede ver hoy en esas mismas calles que tanto han cambiado... Y que se verá en las calles dentro de veinte años...

La madre que se moja el dedo en saliva para limpiar algún releje en la cara de su hijo.

jueves, 15 de julio de 2010

Crónica paralela del mundial

"A falta de cierto acierto, hizo falta una certera falta para certificar el pase a cuartos."

(No leído en ningún periódico)

jueves, 14 de enero de 2010

Cháchara

Se dice que las mentiras, aunque las repitas mil veces, siguen siendo mentiras, aunque a veces la gente crea que son verdades.

Lo que nadie comenta es qué ocurre con las medias verdades: ¿si las repites, pongamos que quinientas veces, acaban alcanzando el estatus de verdades? ¿O necesitarían el doble de repeticiones que las mentiras para acabar convirtiéndose en lo que siempre anhelaron ser, que no es otra cosa que verdades completas, de pleno derecho, con todo lo que ello implica, es decir, con las responsabilidades y los deberes de una verdad integral... no sé si cerrar el signo de interrogación porque ya hace tanto tiempo que inicié la pregunta que el lector, caso de seguir ahí, no sé si recordará de qué iba el asunto cuando empezó a leer, siempre nos quedará la relectura...

Viene esto a cuento, o no, porque acabo de ver, hace cinco minutos, con estos ojitos que me dio dos, a una agente de la policía local rubia con coleta sacando dinero de un cajero automático...

Los lectores más aficionados a lo anecdótico se quedarán patidifusos con la cuestión monetaria: ¿los policías locales también sacan dinero de los cajeros automáticos. ¡Jamás vi uno!

Sin embargo, lo realmente importante de mi observación no es otra cosa que esto: afirma la media verdad (que lleva visos de convertirse en verdad integral, con salvado y todo) de que todas las policías locales son rubias y llevan el pelo recogido en coleta.

Repitan conmigo.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Un chiste que me saco de la chistera

Varsovia, Polonia, octubre de 1943.

Un polaco huye del ghetto y es perseguido por un soldado nazi.

El polaco tropieza, se levanta y sigue su huída por un callejón sin salida, muy oscuro.

El soldado le da alcance y le encañona con su rifle.

Entonces una luz sobrenatural aparece y se posa sobre la pared del fondo del callejón, aparece un ojico enmarcado en un triángulo isósceles. Del ojico sale una voz que, tras carraspear, le dice al soldado:
- Has de dejar vivir al polaco. Está escrito que este polaco sea Papa en el futuro.
- Sí, pero... ¿y yo? -repone el soldado alemán.
- No te preocupes, tú serás el siguiente Papa, justo después del polaco.

lunes, 25 de mayo de 2009

La vergüenza y cómo conocerla

Muchos de nuestros lectores, al igual que el humilde juntaletras que teclea estas palabras, se habrán sentido descritos cuando hayan escuchado la expresión "No tienes vergüenza ni la has conocido nunca".

Sirve esta frase para referirse a los sinvergüenzas, individuos que proliferan sobre la faz de la tierra en estos tormentosos comienzos de milenio. Basta echar un vistazo a cualquier periódico y, mirando simplemente las fotos, darse de bruces con varias decenas de ellos. De sinvergüenzas de alto nivel, porque con sinvergüenzas de andar por casa uno se tropieza en cada esquina.

En fin, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra, así que yo, como no quiero ser torero, pasaré a referirles a nuestros lectores (si los hubiere) cómo conocí la vergüenza, demostrando de este modo (de manera sibilina, bien es cierto) que, sobre el papel, no soy un sinvergüenza.

Principios de los ochenta, adolescencia incipiente, situación económica familiar no demasiado boyante, barrio problemático, supermercado de barrio, campaña publicitaria agresiva... Todos esos factores confluyeron para que el tontuelo que ahora firma este texto, entonces fuera un impresionable chavalín con dudas acerca de la frontera entre el delito, la gamberrada y la justicia a lo Robin Hood. Los sobres de Tang (Nota para los más jóvenes: polvos que al mezclarlos con agua se convertían en refresco de naranja) estaban en una zona especialmente poco vigilada del supermercado, y, sin premeditación ni hostias, para allá que me fui con cierto nerviosismo y pantalones anchos. Un sobre, dos, hasta tres... Huida demasiado presurosa y cuando estaba a punto de cruzar las puertas de la calle, una mano de cemento sobre mi hombro. ¿Adónde crees que vas, chaval?

Un interrogatorio de esos de las películas, con focos proyectando una luz amarilla sobre mi rostro, con humo de cigarrillos sobre mis ojos, policía bueno y policía malo, amenazas veladas, y no tan veladas... finalmente la fatídica llamada a mi madre...

¡Qué vergüenza pasé, amigos!

Yo sí la conozco, la vergüenza, pienso cada vez que escucho la frase que comentaba al principio. Yo sí la conozco, cómo no la voy a conocer: me pillaron robando sobres de Tang en un Superette.

lunes, 13 de abril de 2009

Protesta pacífica

Una humilde propuesta para que los estudiandes anti-bolonia protesten:
Que se preparen los espaguetis con salsa napolitana.

miércoles, 25 de marzo de 2009

La realidad para lelos

Mr. Fields was swimming and keeping his clothes.

But then, suddenly, someone asked him:
- Don't you swim anything?
- Oh, I didn't bring any suit.

That's why Mr. Fields hired a tailor.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Manga verde

Se me ha ocurrido una idea sobre una serie japonesa de dibujos animados de estas que los personajes tienen unos ojos más grandes que yo, que vaya sobre unos guardias civiles que siempre llegan tarde...

Pero no se me ocurre un buen título.

lunes, 29 de septiembre de 2008

Revista de actualidad

Al regreso de la expedición española a los Juegos Paralímpicos, no estaban todos los miembros.

(Gracias Ramírez)

martes, 23 de septiembre de 2008

Revista de actualidad

Uno se queda anonadado ante noticias como esta:

Se le cae el bigote postizo a un espía camuflado mientras era entrevistado
El trabajo de agente del MI6 -Servicio de Inteligencia Secreto del Reino Unido- requiere salvaguardar a la perfección la identidad como agente secreto. Sin embargo, un incidente que se produjo el pasado martes durante una entrevista en la BBC, a punto estuvo de jugarle una mala pasada a uno de ellos.
Noticia completa en el diario 20minutos.

viernes, 20 de junio de 2008

Autobiografía de un mindundi

Nací y crecí. No mucho, es cierto. Digo que no crecí mucho, nacer nací todo lo que tenía que nacer. Es decir, que no se quedó nada dentro del vientre de mi madre. Estaría bueno que se me hubiera quedado la mano dentro del vientre de mi madre. ¿Con qué escribiría esto? Bueno, podría escribirlo sólo con la mano que me hubiese quedado pegada al cuerpo. Peor hubiera sido que naciera sin las dos manos, pues entonces tendría que haber tecleado esto con la nariz. Pero si tampoco hubiese nacido con nariz quizás hubiera tenido problemas. De todas formas, algo siempre me olió mal, aunque no sé identificar exactamente qué. En todo caso, hubiese estado bien nacer sin nariz. Es decir, podemos respirar por la boca. Y el olor es algo que está sobrevalorado. No sirve de mucho. Vale, hay algunos olores buenos que son agradables de oler, pero en general el olfato es algo que provoca más sensaciones desagradables que agradables. Que se lo pregunten a los daneses, que por culpa de Shakespeare, tienen la constante sensación de ser comparados con huevos podridos. Lo cual no es muy agradable. Os lo puedo asegurar, porque a mi, aunque nunca me han comparado con un huevo podrido, una vez me compararon con el vinagre y la verdad es que no es nada agradable. Decía que no crecí mucho, con lo cual muchos de vosotros ya habréis deducido que soy bajito. Bien, siento decepcionaros: mido 2,21 m. Lo que pasa es que crecí poco rato. Cuando tenía 14 años medía 1,50; cuando tenía 15 años medía 1,50; cuando tenía 16 años medía 1,50; cuando tenía 17 años medía 1,50; cuando tenía 18 años hice la mili… fue entonces cuando pegué el estirón. Se suele decir que muchos jovencitos españoles siguen creciendo hasta que hacen la mili. Lo malo de que el servicio militar ya no es obligatorio… con lo cual, ¿hasta cuándo siguen creciendo esos jovencitos? ¿Siguen creciendo indefinidamente? ¿El final del servicio militar obligatorio ha provocado un ataque de elefantiasis entre los jóvenes españoles?

jueves, 29 de mayo de 2008

Agenda

Presentación del libro "Las pastillas de jabón y las duchas de las prisiones. La historia de una larga amistad" del lisensiado Cardona Carmona, en el Salón de Actos de la Cárcel de Máxima Seguridad Sing Sing-a-song.

miércoles, 23 de abril de 2008

Duro de oído

Un político animoso pero un poco duro de oído prometió prohibir las sumas cuando le preguntaron su opinión sobre la drogadicción.

lunes, 3 de marzo de 2008

Huelga en el metro

¡Huelga en el metro!

Hasta que se alcance un acuerdo, según los servicios mínimos, pasará a medir sólo 98 cm.