lunes, 17 de noviembre de 2014

Reflexión a bote pronto #281

La industria del entretenimiento en su vertiente más picantona no cuida las relaciones públicas (aunque sí las relaciones púbicas) todo lo que debiera.

Los productores de películas porno no se aseguran de que los actores se lleven todo lo bien que sería deseable.

Es así que un actor porno nunca debería malmeter.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Caralludamente bueno :))´
[En ese caso sea bienaventurado...]