martes, 8 de julio de 2008

Las tronchantes aventuras de Pedro Grillo

Pedro Grillo siempre era muy razonable. Jamás cometía ninguna imprudencia. Era un tipo que tenía un roto para cada descosío. No sonreía nunca por miedo a ser malinterpretado. El concepto de riesgo estaba profundamente arraigado en sus cromosomas. Al cruzar la calle miraba hacia cada lado diez veces, primero una a la izquierda, luego otra a la derecha, después dos a la izquierda, luego dos a la derecha y finalmente siete a la izquierda y siete a la derecha. Todo el seguro mundo sobre el que Pedro Grillo había edificando su existencia se tronchó cuando le tocó la lotería.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Eso descoloca a cualquiera. Es como si a Paris Hilton le cortan el chorro de pasta de un día para otro.