viernes, 28 de diciembre de 2007

Humor hamargo

SMS a una antigua novia:
Desde que sé que vas a formar familia, tengo como un soplo en el corazón.
(Gracias Mic)

jueves, 27 de diciembre de 2007

El paquete de tabaco oculto

Hace poco, hablando con unos amigos acerca de acensores y costumbres olvidadas, brotó una bonita historia de la nada.

Resulta que, en ciertas poblaciones del extrarradio madrileño (y quizás en otras zonas de la piel de toro), los preadolescentes, al poco tiempo de empezar a salir comenzaban a invertir parte de la paga semanal en vicios poco saludables, como pudieran ser el fumeteo y el borrachucismo. Vicios, por otro lado, reciamente imbricados en el folklore popular hispano, pero ese es otro cantar.

El borrachucismo se podía disimular, ante la vigilante censura paternal, aprendiendo a trazar una línea recta aun con las cejas empapadas en licor barato. Al fin y al cabo, la botella no te la tenías que llevar a casa (sólo su contenido, y, además, convenientemente asimilado en aparato digestivo y circulatorio).

El problema llegaba con el fumeteo.

[Modo Félix Rodríguez de la Fuente ON] El jovenzuelo fumino ibérico se veía propelido a esconder la cajetilla de tabaco antes de llegar a casa, de modo que sus progenitores no hallaran la prueba del vicio de su progenie, y, por lo tanto, pudieran tomar medidas drásticas de tipo disciplinario (sin descartar castigos económicos, más dolorosos si cabe). De modo que había que buscar un buen escondrijo para el paquete de tabaco, un lugar en el que estuviese seguro y del que fuese fácil recuperarlo el viernes siguiente, camino de la disco... Esto del Modo Félix Rodríguez de la Fuente cansa así que... [Modo Félix Rodríguez de la Fuente OFF]

El escondite favorito de los imberbes adolescentes españoles de finales de los ochenta y principios de los noventa fue el techo del ascensor. Había una zona, justo debajo del pláfon de iluminación de los todos ascensores ochenteros, donde se podía meter la mano y aparecía, siempre, indefectiblemente, uno o varios paquetes de Fortuna, de Ducados, de Lola o incluso de Bisontes (para Marlboro o Winston no había dinero).

Claro, el problema sobrevino cuando hubo algún pilluelo (que nunca falta, en estas ocasiones y en estos lares) que decidió que no hacía falta gastar parte de sus magros ingresos en tabaco, habida cuenta de que la barra libre del ascensor ofrecía, virginal, sus encantos. Hete aquí que, como por arte de ensalmo, comenzaron a desaparecer primero cigarrillos sueltos y luego cajetillas de tabaco enteras, ahorros impuestos a plazo fijo en la caja no tan fuerte del ascensor, paquetes adquiridos a precio de oro (del de entonces) con el sudor de la frente por todos los pequeñuelos pre-delincuentes que por entonces pululaban por todos los recreativos (billares, futbolines, máquinas comecocos, anals intruders, etc.) que estuvieran a menos de cien metros de un instituto de lo que entonces se denominaba bachillerato.

La cosa está que ardeUn amigo, que desea permanecer en el economato, al que aquí llamaremos H., ideó una solución para este problema: esconder el paquete de tabaco detrás de un extintor.
Sin embargo, amigos, como el diablo tiene un descosido para cada roto (???), quiso la mala fortuna que H. se quedara sin escondrijo y sin tabaco el día que se produjo un pequeño incendio en el portal de su vivienda, y un vecino con ínfulas de héroe, echara mano del extintor para apagar aquel fuego, encontrándose un paquete prácticamente nuevo de Fortuna, exclamando para sí:
- ¡Qué suerte! ¡Un paquete de tabaco casi lleno! ¡Y encima no tengo que pedir fuego!

(Gracias Héctor)

miércoles, 26 de diciembre de 2007

Adivinanza tontorrona

¿Cuál es el país favorito de los huevos?





Devánese los sesos, amigo lector; piense en el significado de la palabra tontorrón; piense en alguna característica o parte del huevo que suene parecido o tenga algo que ver; y si, aun así, no acierta a adivinar la respuesta a la pregunta planteada, aquí tiene la solución.

martes, 25 de diciembre de 2007

Feliz

Tartamundos Trotamudo aprovecha la oportunidad que a si mismo se concede para felicitar estas fiestas a todos los lectores de Ínfulas, deseándoles toneladas de salud, mucha felicidad, cantidades considerables de sexo y chocolate, subidas de sueldo indiscriminadas, jefes condescendientes, muchos viajes, dinero para caprichitos, y un año entrante tan bueno que no se lo salte un gitano descalzo con un arradiocassette bajo el brazo y un menetérico pisándole los tendones de aquiles.

Ínfulas se suma así al Movimiento Mundial Moña de Bitácoras Unidas para la Felicitación de las Navidades (MMMBUFP).

(A los no lectores de Ínfulas también se les desea lo mejor, aunque menos, porque de todas formas no se van a enterar de los buenos deseos a menos que se pasen por aquí).

lunes, 24 de diciembre de 2007

Costumbres olvidadas

Supongo que, como consecuencia del advenimiento de la era digital al mundo de la fotografía, se ha perdido una hermosa costumbre: hacer cuernos en las fotos.

martes, 18 de diciembre de 2007

lunes, 17 de diciembre de 2007

El conceto es el conceto: Gordon Brown

Gordon Brown: cuando tu jefe te llama el viernes a última hora para encomendarte un trabajo que tiene que estar indefectiblemente terminado el lunes a primera hora de la mañana.

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Poesía revenía

Que a las doce menos cinco son las doce
es cosa que se conoce
si alguna vez has estado
en el nuevo y recién estrenado
del mío pueblo urinario,
enfrente del campanario
que, como ya se sabe,
en lo alto tiene un ave.


(Extracto del Poema de Juan Cagado, de autor antónimo, que data de los ochenta, no digo más)

martes, 11 de diciembre de 2007

lunes, 10 de diciembre de 2007

viernes, 7 de diciembre de 2007

Mis insultos favoritos: pringao

No diréis que no avisé.

Aquí tenéis la prometida entrada de Mis Insultos Favoritos dedicada a un insulto que podemos calificar tanto de finisecular como de milenarista. Y tengo mis razones para ello, otra cosa es que las vaya a desvelar a las primeras de cambio.

Instrucciones de uso: pringao debe pronunciarse poniendo un mohín de asco, doblando los labios hacia arriba en claro ademán de que el aludido te repugna, y concentrando en la mirada todo el desprecio que uno sea capaz de desplegar.

Porque, sí, amigos, pringao es un insulto que degrada al interfecto hasta el nivel del betún o, más abajo incluso, bajo tierra. En una sola palabra se concentra el significado de varios insultos, como pardillo, tonto, gilipollas, cenutrio incluso.

Todos conocemos a algún pringao, pero por si no os viene ninguno a la cabeza, aquí os pongo la foto de uno de ellos:

(Fotografía prestada desinteresadamente -si bien ellos no lo saben- por esta web)

Seguramente el tal Jose Angel es un gran tipo, amigo de sus amigos, primo de sus primos, amantísimo... hijo de su santa madre... lo cual no quita que sea un pringao, con todas las letras.

Que os habréis fijado, suspicaces lectores, que falta la d, porque teóricamente debería escribirse pringado. Pero es que si lo escribimos con todas las letras, eliminamos parte del significado de la palabra. Así se define en wordreference la palabra pringado:
pringado,da
1. m. y f. Ingenuo,incauto,que se deja engañar con facilidad:
es tan pringada que se lo ha creído todo.
2. Persona que hace el peor trabajo o se lleva la peor parte:
siempre te toca ser el pringado de tu oficina.
Y así pringarla:
pringarla loc. col. Malograr un asunto, hacer o decir algo inoportuno.

Cagarla, añadiría yo. Comerse un marrón, completaría la definición.

Como veis, amigos del improperio, pringao es un insulto complejo, de difícil idiosincrasia. Incluso, si le aplicamos un diminutivo, podemos darle un cariz cariñoso (pringaíllo). Utilizadlo, como todos, con moderación. Ya os supongo duchos en el arte de insultar, si sois habituales de esta sección.

Para finalizar esta entradilla, quería dedicar esta palabra a todos los que trabajan en mitad de un puente.

jueves, 6 de diciembre de 2007

miércoles, 5 de diciembre de 2007

martes, 4 de diciembre de 2007

lunes, 3 de diciembre de 2007